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La Cábala o Kabbalah, la pronunciación cierta es: Kabalá (del hebreo קבלה kabalah pronunciado kabalá, cabalá «recibir») es una de las principales corrientes de la mística judía. Entre los judíos, es la tradición oral que explica y fija el sentido de la Sagrada Escritura, y por tanto entiéndase por Cábala al conocimiento en cuanto a las cosas celestiales mediante el ejercicio del estudio y cumplimiento de preceptos y reglas superiores.

Mediante fórmulas adecuadas el ocultista selecciona y encuentra las fuerzas con las que desea operar. Estas fórmulas están basadas en el Árbol de la Vida Cabalístico, y sea cual fuere el sistema con el que esté trabajando.

Hablando del método de la Cábala, uno de los antiguos Rabbis decía que si un ángel viniera a la Tierra tendría que tomar la forma humana para poder conversar con el Ser Humano. El curioso sistema simbólico que conocemos como Árbol de la Vida es una tentativa para poner en forma diagramática cada una de las fuerzas y factores del Universo Manifestado y el Alma Humana, para correlacionar una con otras y revelarlas como en un mapa, mostrando las posiciones relativas en que puede considerarse cada unidad y las relaciones entre ellas. En pocas palabras, el Árbol de la Vida es un compendio de Ciencia, Filosofía, Psicología y Teología.

El Árbol Cabalístico puede ser comparado a una imagen onírica que surgiera de la subconsciencia de Dios y dramatizara el contenido subconsciente de la actividad mental del Logos. El Árbol de la Vida es la representación simbólica de la materia prima de la conciencia divina y de los procesos merced a los cuales el Universo vino a la existencia.

 Sin embargo, el Árbol no solamente se aplica al Macrocosmos sino también al Microcosmos, el que, como saben todos los ocultistas, no es más que una réplica del primero, en miniatura. Por este motivo es posible la adivinación. Este arte tan mal interpretado y profanado tiene como base filosófica el sistema de correspondencias representado por los símbolos. Las correspondencias entre el alma del hombre y el Universo no son arbitrarias, sino que surgen de identidades en desenvolvimiento. 

Cada símbolo del Árbol representa una fuerza cósmica o un factor. Cada vez que la mente se concentra en él, se pone en contacto con esa fuerza. En otras palabras, se crea un canal superficial entre la mente consciente del individuo y la fuerza o factor particular del alma universal.

El aspirante que utiliza el Árbol de la Vida como símbolo de sus meditaciones va estableciendo punto por punto la unión entre su alma y el Alma Universal. El resultado inmediato es un tremendo influjo de energías en el alma individual.

La esencia de la Cábala no-escrita consiste en el conocimiento del orden en que ciertas series de símbolos han sido arreglados sobre el Árbol de la Vida. Este Árbol Otz Jaim, está compuesto por Los diez Santos Sephiroth, ordenados de cierta manera particular, conectados por lineas que se denominan: Los treinta y dos senderos del Sepher Yetzirah o Emanaciones Divinas.

 

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